by Jordi Carbonell | Sep 23, 2014 | Sin categoría |
Aunque los amantes del motor clásico y la mecánica tradicional lo miren con escepticismo, presos de la nostalgia, lo cierto es que el nuevo BMW i8 es todo un prodigio. Se trata de un concepto totalmente nuevo de vehículo deportivo. Es un híbrido enchufable (plug-in) que reúne las ventajas del innovador motor eléctrico y también las bondades de la tecnología del motor de combustión. Con él, la firma alemana ha hecho realidad un sueño que perseguía desde 2008, cuando lanzó el ‘Proyecto i’ con la intención de reinventar la movilidad urbana. Un año después, el fabricante ponía en marcha el BMW Vision EfficientDynamics, un programa innovador que pretendía crear nuevas fórmulas para reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO2, mejorando al mismo tiempo el dinamismo y el placer de conducir. Esta fue la base que dio origen al BMW Concept i8, el prototipo -¡cuántos proyectos de este tipo quedan en el limbo!- que finalmente ha descendido de la nebulosa utopía para hacerse realidad. Bello, potente y eléctrico El BMW i8 es un vehículo deportivo, no hay duda. Es extremadamente bajo y ancho cuando se aprecia desde la parte delantera, con una silueta plana, superficies de formas poderosas y contornos precisos. Destacan las puertas, de apertura vertical, así como también su inconfundible ‘black belt’, un elemento de diseño de color negro que se extiende desde el frontal hasta la zaga, pasando por el techo. También son típicos del concepto ‘BMW i’ el sistema Air Curtain y los sorprendentes detalles, como el alumbrado LED diurno con la peculiar forma de ‘U’ y las luces led traseras. En cuanto...